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Las mamás siempre queremos hijos responsables, ¿pero los dejamos ser responsables?


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Querida mamá, hoy quiero hablarte de una idea que a veces nos cuesta: la libertad verdadera nace de la responsabilidad, no del descontrol ni de darles todo hecho.

Muchas veces queremos hijos independientes, pero seguimos haciendo todo por ellos. Los salvamos, los recordamos, les resolvemos… y luego nos quejamos porque no se hacen responsables.

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Este episodio es una invitación a soltar el control desde el amor y comenzar a formar autonomía en tus hijos. Y sobre todo, a que tú, como mujer, también te des el permiso de dejar de cargar lo que no te toca.


  1. No resolver por ellos


Con este punto vas a educar los valores de Autonomía y responsabilidad.


Educar en libertad significa enseñar a tus hijos a tomar decisiones y asumir las consecuencias que ya viene implícitas.


Cuando los padres hacen todo por ellos —anotan la tarea, o preguntan en el chat, resuelven sus dudas, les preparan los útiles o les hacen el Proyecto de ciencias—, los hijos aprenden que no necesitan pensar, prever ni actuar. Solo esperar que alguien más lo haga por ellos.


Es natural que como mamá quieras facilitarles la vida, pero si los haces dependientes, los estás privando de su poder. Ellos deben aprender a organizarse, pedir ayuda, equivocarse y volver a intentar.


📌 Y esto no solo aplica a los hijos. También nosotras debemos dejar de “resolver” por todos.


La semana pasada fui al mercado a comprar fruta, y me salía al doble de lo que el súper la ofrece los miércoles. Si no estuviera al tanto de las ofertas, hubiera pagado el doble. ¿Qué hubiera pasado? Que mi esposo tendría que buscar cómo darme más dinero para la semana. Es más fácil decir necesito más porque no alcanza, que hacer un estudio de Mercado para invertir de forma adecuada.

Pero no lo hice. Tomé una decisión informada, prevenida, y con eso resolví lo que me tocaba a mí.


Este pequeño acto cotidiano refleja un principio profundo: cuando cada quien asume su responsabilidad, la carga se reparte con equilibrio y libertad.


Como mujer, también es momento de soltar ese papel de rescatadora que todo lo hace y todo lo da. Porque cuando resuelves lo que no te toca, robas crecimiento al otro y te agotas tú.


Enséñale a tu hijo a:


  • Anotar su tarea.

  • Revisar sus útiles.

  • Llamar a su compañero si no entendió algo.

  • Prepararse para lo que necesita, y si no lo tiene, que te lo pida con anticipación.


Eso es educar en autonomía. Eso es enseñar libertad. Eso también es amor.


  1. Que anoten y pregunten ellos


Si permites que lo hagan vas a enseñar los valores de Confianza y autorregulación.


Deja que sea tu hijo quien anote lo que tiene que hacer. Si no lo anotó, tendrá que llamar a un compañero. Si no entendió algo, tendrá que preguntar. Tú no eres la secretaria de nadie. Eres su guía, no su agenda.


Recuerdo el chat del colegio de mis hijos, una mamá escribió angustiada porque su hijo no entendía lo que tenía que hacer. Pidió la tarea en el grupo de WhatsApp de mamás, pero nadie le respondimos. Horas después mandó un audio dándonos lecciones de compañerismo y queriendo educarnos para que ayudáramos a su hijo a hacer lo que él no había hecho, anotar su tarea.


¿Y qué crees? El niño no solo no anotó la tarea, también se había peleado en clase y no tenía amigos que le ayudaran.


La mamá y el hijo hacían lo mismo, pelear con quienes podían ayudarles en lugar de buscar soluciones.


Como mujer, ¿qué tanto haces por miedo a que los otros “sufran”?

Deja que los demás aprendan a resolver, a buscar ayuda, a tomar acción.


Tu hijo no va a aprender a resolver si tú lo haces por él. Aprende si tú le enseñas a reflexionar y buscar soluciones.


  1. Reconocer el esfuerzo, no premiar por obligación


No hay nada más motivador para una persona que sentirse satisfecha y digna de los propios logros. Hoy en día vemos en las empresas como el salario alto no es lo que haga que un colaborador se quede en la empresa, se tiene que sentir bien y motivado con lo que realiza.


No se trata de premiar cada vez que haga su tarea. El mensaje no es “hazla y te doy algo”, sino: “hazla y mira lo que eres capaz de lograr.”


Cada vez que mis hijos llegaban con un examen o alguna calificación siempre les preguntaba cómo se sentían con su logro. ¡Eso era lo que importaba!


Este paso solo se logra si la respuesta a la siguiente pregunta es un si… ¿Te das tú ese tipo de reconocimiento?


No necesitas que alguien te aplauda para sentirte valiosa. Reconoce tu constancia, tu entrega, tu intención diaria de hacerlo las veces que necesites hasta sentirte satisfecha de lograrlo.


Educar en esfuerzo y no en recompensa externa es formar adultos que no dependan del aplauso para sentirse valiosos.


4. Soltar el control, confiar en el proceso


Si logras hacer este paso, vas a enséñales a tus hijos los valores de Libertad y respeto.


No necesitas revisar cada cuaderno ni estar encima de cada paso, si ya les has ayudado a crear el hábito de estudio.


Cuando has enseñado, puedes soltar. Porque educar también es confiar. Ya hablamos de cómo crear el hábito de estudio, si no lo leíste o escuchaste búscalo en @conexionessanan, en mis plataformas.


Como mujer, a veces sentimos que si no lo controlamos todo, algo va a salir mal.

Pero a veces, lo que más necesita tu corazón es soltar y confiar. Permitir que pase como sea es muy sano y también liberador, además de que te da mucha información para saber que más necesitas enseñar a tus hijos.


Los hijos libres se forman con límites claros, pero también con espacios para equivocarse y levantarse.


Educar hijos responsables es regalarles una brújula interna para toda la vida. Pero para lograrlo, tú también necesitas recordar que no todo depende de ti.


Que soltar no es abandono, es confianza. Que dejar de resolver por otros no te hace mala madre, sino una madre que cree en la capacidad de sus hijos.


Y tú, mujer, ¿en qué área de tu vida necesitas dejar de resolver lo que no te corresponde? Y la pregunta aún más importante es en qué área del desarrollo de tu vida tienes que poner más atención.


Porque cuando tú te liberas, enseñas con el ejemplo y es cuando puedes lograr eso que tanto anhelas, unos hijos sanos y responsables en sus propias vidas.


Nos estaremos conectando en el siguiente episodio.


De corazón a corazón

Karla Maldonado Cabieses

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