Judas tenía buenos amigos… y aun así no eligió su Bien
- Karla Maldonado C
- 28 jul
- 3 Min. de lectura
Hay una frase popular que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres.”
Pero, ¿y si no siempre fuera cierta?

Judas Iscariote caminó al lado de los discípulos.
Vio milagros.
Era amigo de los amigos cercanos de Jesús de Nazareth, comía y convivía con ellos de forma constante.
Recibió enseñanzas directas de Jesús.
Compartió pan con el amor encarnado.
Y aun así, eligió traicionarlos, sin darse cuenta en ese momento que lo estaba haciendo. Para Judas, su elección era la correcta pues su deseo le hacía sentirse bien, sin embargo fue un bien momentáneo y no su más alto Bien y esa es la diferencia que hay que saber distinguir cuando elegimos.
Esto nos recuerda una verdad que incomoda:
Puedes estar rodeado de gente buena, y aún así tomar decisiones que destruyen.
🔍 Tu entorno influye… pero no te define
Sí, es cierto que las personas con las que te rodeas impactan en tu vida.
Pero más cierto aún es que tu carácter, tus valores y tus heridas no se borran solo por estar en buena compañía.
Judas no falló porque tenía malos amigos.
Falló porque tomó decisiones desde su ambición, su herida, su desconexión.
Y eso nos invita a mirar hacia adentro. ¿Cuales son nuestros propios valores?
Aunque te educaron igual que a tus hermanos, cada uno tiene creencias y valores distintos. Si pidieras a tus hijos que definan que es el respeto, el amor, fidelidad o la traición, cada quien te dará sus propios conceptos y así es como será su actuar.
🧭 No es lo que aparentas… es lo que eliges
Hoy, puedes rodearte de gente espiritual, seguir cuentas de crecimiento personal, ir a misa, leer libros…
Y aun así, mentir, manipular, traicionar, huir.
Porque lo que marca la diferencia no es lo que escuchas, sino lo que decides vivir.
No es con quién estás, sino qué haces tú con lo que recibes.
💔 Nadie puede cambiar a quien no quiere cambiar
Ni Jesús, el líder más sabio, el maestro más amoroso, pudo evitar que uno de los suyos eligiera traicionar.
No por falta de guía. No por mala compañía.
Sino porque el libre albedrío es real.
Todos tenemos la capacidad de elegir… y también de fallar.
Pero también tenemos la oportunidad de reparar, sanar y volver a elegir distinto.
🌱 ¿Desde dónde estás eligiendo tú?
¿Desde el miedo o desde el amor?
¿Desde la herida o desde la conciencia?
¿Desde lo que esperas que vean… o desde tu verdad interior?
Las decisiones que tomas cuando nadie te aplaude o te juzga, esas hablan de quién eres realmente.
Decidir sin que tu corazón esté en paz y sintiendo mucho dolor, no es una decisión que te lleve a tu más alto Bien.
La verdadera transformación no empieza con cambiar tu entorno…
Empieza cuando tú decides cambiar desde dentro.
No se trata solo de con quién te relacionas, sino de cómo decides relacionarte.
Porque así como Judas eligió traicionar, también podemos mirar esta historia desde la otra perspectiva: la de Jesús y la de los amigos de Judas, quienes eligieron permanecer fieles, amar a pesar del dolor y no dejarse arrastrar por la traición.
💡 En el próximo artículo profundizaremos en esa mirada: cómo actuar cuando alguien cercano falla, y cómo sostener nuestros valores cuando otros eligen distinto, “Aprender a sentarse con Judas en la mesa” es algo que va a fomentar que tus conexiones sanen en lugar de dañarte.
¿Cómo son tus conexiones que te ayudan a sanar?
De corazón a corazón
Karla Maldonado Cabieses




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