Cuando alguien falla: no te traiciones a ti misma
- Karla Maldonado C
- 30 jul
- 3 Min. de lectura
En el artículo anterior hablábamos de cómo Judas, a pesar de tener buenos amigos y seguir al mejor líder, eligió no su más alto Bien y traicionó a tal grado que ni él mismo se perdonó.
Pero hoy vamos a mirar la otra cara de esa historia:
¿Qué hizo Jesús? ¿Qué hicieron los demás discípulos? ¿Cómo actuar cuando alguien a quien amas y en quien confías, te falla?

Porque, aunque no puedas controlar las decisiones del otro, sí puedes elegir desde dónde responder tú. Ya te había contado sobre este tema
💔 La traición duele, pero no te define
Jesús sabía quién era Judas. Sabía lo que estaba por hacer.
Y aun así, le lavó los pies, le ofreció pan, lo llamó amigo. Le sirvió y le dio amor.
Eso no es ingenuidad.
Eso es madurez espiritual.
Es tener el carácter suficiente para no traicionar tus propios valores… aunque alguien más te traicione a ti.
Cuando alguien cercano falla, lo primero que se sacude es la confianza, hasta llegamos a pensar que “traicionan la confianza” cuando en realidad la confianza se da, se otorga y no se trata de que la tengan que ganar o no, es más bien una decisión de darla o no.
Lo que no puede tambalearse es tu integridad.
🧭 Elegir ser tú, incluso cuando el otro ya no lo es
Los otros discípulos también tuvieron una elección:
Podían volverse desconfiados, vengativos, resentidos… Pero eligieron seguir, creer, perdonar y continuar con la misión.
Digamos que “se sentaron a cenar con Judas” y esa actitud es la que va a ser muy útil para conectarte con quien tú elijas amar.
Este relato nos recuerda que la lealtad no siempre depende del otro.
El verdadero acto de amor es no cambiar tu esencia aunque duela.
🛑 Cuando fallan a tu lado, no tienes que fallarte a ti
En la vida real, también te puede pasar:
— Te lastima alguien que formaba parte de tu círculo más íntimo.
— Te defrauda una persona en la que confiaste.
— Te traiciona quien dijo que te amaba.
— Confiabas en que quienes educaste elegirían su Bien y no fue así
Eso sí que duele, ¡claro que duele!
Pero ese dolor no tiene por qué empujarte a dejar de ser quien eres o dejar de amar a quien tú hayas elegido amar.
Puedes llorar sin endurecerte.
Puedes tomar distancia sin vengarte.
Puedes perdonar sin justificar.
🌿 Permanecer fiel, incluso cuando el otro no lo fue
Jesús no permitió que la traición lo convirtiera en traidor.
No dejó que el dolor cambiara su camino.
Y tú tampoco tienes que hacerlo.
La fidelidad a tus valores es un acto de amor propio, de coherencia y de sanación.
Tú eliges cómo responder.
Tú eliges quién sigues siendo, incluso cuando el otro cambia.
Y aquí cabe muy bien las promesas del matrimonio, porque al casarse las parejas prometen hacer varias cosas y la frase es “yo prometo…” y nunca decimos “prometo si tú cumples” sino más bien es una promesa de fidelidad, de respeto y de amor que estarás dispuesta a dar, nunca viene incluido en que tu promesa dependa de que el otro cumpla.
✨ Que tu paz no dependa de lo que el otro haga
Sí, las relaciones nos moldean.
Sí, las heridas duelen.
Pero tú no estás aquí para reaccionar con el mismo veneno.
Estás aquí para romper ciclos. Para responder con conciencia. Para elegir desde tu luz, no desde la sombra del otro.
La fidelidad más importante no es hacia los demás…
Es hacia lo que tú crees, vives y eliges ser.
¡Claro que es difícil! Pero está en ti y en tu corazón quien eliges ser tú para los demás.
Sé muy bien que elegir este camino no es sencillo sin embargo puedo acompañarte a recorrerlo y darte múltiples de estrategias que lo harán más sencillo y que te llevarán a lograr lo que tu corazón anhela, aún cuando haya esa herida de la traición.
Escríbeme y hagámoslo posible, porque puedes aprender a sentarte con Judas y aún así seguir con tus relaciones y lograr #conexionesquesanan
De corazón a corazón
Karla Maldonado Cabieses




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