Cuando el Amor parece perderse siempre hay maneras de reconectarse

Karla Maldonado C
hace 2 días
3 Min. de lectura

Muchas parejas viven esta realidad, donde el cansancio, la infidelidad emocional, o los roles mal definidos terminan por alejarlos y hacerles creer que no hay regreso.

Y quienes recomiendan o sugieren el divorcio, en realidad lo que pasa ahí es que no conocen estrategias para enseñarles a que pueden volverse a conectar.

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Una relación de pareja no se construye en días fáciles ni en momentos perfectos. Se edifica en medio de lágrimas que caen silenciosas, en risas que logran romper la tensión y en esos espacios incómodos de silencio que parecen eternos, pero que son necesarios para sanar.

¿Cuántas veces hemos pensado que el amor se terminó?

¿Cuántas discusiones se han vivido con el corazón en la mano, temiendo que esa última palabra sea la definitiva?

Sin embargo, el verdadero amor no es la ausencia de conflictos, sino la decisión constante de no rendirse, de buscar la reconciliación a pesar de la herida.

La reconciliación es un acto valiente.

Es más que pedir perdón: es entender que ambos tienen heridas, miedos y heridas que necesitan ser escuchadas y abrazadas. Es dejar a un lado el orgullo y abrir la puerta al diálogo sincero y respetuoso.

¡Es mostrar su vulnerabilidad para activar el sistema de protección!

Cuando una pareja decide perdonar, no solo sana la relación, sino que se fortalece el compromiso. Cada disculpa sincera es un ladrillo que fortalece el muro de confianza. Cada reconciliación es una victoria que demuestra que el amor puede más que el daño.

Recordemos que amar es elegir, día a día, luchar por esa promesa que nos unió. No porque todo sea perfecto, sino porque el compromiso que asumimos es más grande que cualquier tempestad.

¡Cuando hiciste las promesas no le dijiste que lo ibas amar si te amaba! ¿Por qué ahora exiges una respuesta a tu amor, a lo que das para que se sienta amado?

Amar no es solo sentir mariposas o disfrutar de la compañía del otro. Amar es una promesa silenciosa, una decisión profunda de caminar juntos aunque el camino esté lleno de obstáculos.

Piensa en todas esas noches donde una lágrima se mezcló con la risa; en esos momentos en que el silencio entre ustedes parecía decir más que mil palabras; en las veces que quisieron rendirse, pero la esperanza los sostuvo.

La verdadera medida del amor está en esas pequeñas elecciones: elegir quedarse cuando las emociones gritan irse; elegir escuchar antes de juzgar; elegir el perdón en lugar del resentimiento.

¡Ya lo han hecho! Solo da una vuelta al álbum de fotos de su boda y en cada una recuerda que era lo que tú hiciste, qué dijiste y qué estabas dispuesta a hacer.

Si eliges volver a esa actitud, verás los cambios que tanto anhelas y el dolor que quieres que pase disminuirá.

¿Cansada de repetir los mismos conflictos en casa?

Tu relación de pareja, la comunicación con tus hijos y hasta tu diálogo interno… todo se puede transformar.