Este artículo es para muchas mujeres que pasan años sin sentirse amadas, acompañadas y valoradas.
Hay tantas mujeres que viven por años pensando que su pareja no la valora, que es su pareja quien no la ve y menos le pone atención. ¡Vaya dolor que les acompaña!
Es tan seguido cuando les digo a las mujeres en los talleres y por chat que es momento ya de verse como Dios las ve, desde el amor y la riqueza como ser humano y que no comprenden que es verse así.
Cuando pasan mucho tiempo soportando lo que los otros le dicen, cuando esa mujer lleva tiempo sin una libertad para ser su mejor versión, se acostumbran a que sus decisiones e incluso pensamientos y sentimientos dependen de los demás y no suelen saber ni cómo reencontrarse a sí mismas.
Es tanto lo que les duele… No ser cistas, no ser valoradas, no ser apreciadas, no ser respetadas y así podríamos seguir con la lista y es que desde pequeñas nos vamos creyendo tantas mentiras que nos dicen.
Recuerdo de adolescente que las mujeres de mi familia me decían que si me enamoraba, el hombre debía estar más enamoque yo de él y eso me creí hasta el día en que era yo quien debía demostrar que amaba a mi marido con todo mi ser para volver a decirle si. ¡Qué falacia! En una relación si se compute en quien esta mas enamirado, sii una u otro, ya estan perdiendo pofque comebzaron a competir y alguien saldrá lastimado.
Otra falacia que me creí fue creerle a muchas que estaban cadadas en qje el matrimonio era difícil, sin darme cuenga que en realidad lo que estaba dicienfo es qur para ellas así lo había sido, porque no es difícil cuando se vive en libertad y eliges amar porque quieres y no porque te aman, que por cierto para las que son creyentes en Cristo, pues comprenderán que eso de amar porque te aman no lo enseñó Jesus.
En fin, son tantas las ideas que nos metieron a empujones sobre el sentirte amada y respetada que hoy en la relación de pareja perjudica el amor propio.
¡Eh, cuidado! El amor propio tambien esta rodeado de ideas equivicadas y falavias terribles, porque tantas veces que nos co finden diciendo que el amor propio es inclusi alejarte de quien tu misma quieres amar porque no es "digno" de tu amor.
Tantas mujeres a quienes les dicen que si su pareja no la respetan, que si no las aman, que si no les demuestran se alejen y esa si que es el peor consejo que he escuchado.
En ese consejo está muy escondido el ego, tan escondido que no alcanzan a verlo y toman decisiones que después les duele no solo el corazón sino el alma. Otra falacia más, jeje porque el alma no duele, lo que duele es el ego dañado pero se disfraza para que no se den cuenta.
¿Porque nos pintan que el ser esposas o mamás y hacer lo que anhelamos que es cuidar y hacer felices a quienes amamos se vuelve un sacrificio? Pero aquí la responsabilidad es de quienes se lo creen porque en menos de lo que piensan, van a terminar sintiéndose agotadas por servir a quienes dicen amar.
¿Puedes ver la trampa? Les meten ideas que atentan contra su propio ser.
A mi jamás me pesó tener a mis hijos en casa en vacaciones, los disfrutaba y gozaba, es más el regreso a clases eso si que era mi pesar porque dejaría de hacer lo que me gustaba, cuidar y estar con mis hijos. ¡Es cuestión de perspectivas!
Pero dejemos de hablar de lo que no y comencemos a hablar de lo que sí es el amor propio y lo que la mujer puede hacer para saciar esa necesidad viva y que tanto la persigue, el sentirse amada, respetada y elegida.
¡Una mujer que ama, respeta y elige se siente amada, respetada y elegida!
Porque no me digas que no sientes esas tres necesidades, toda mujer anhela el amor, el respeto y además sentir que te eligen. ¡Ah! Eso también lo necesitan los varones por cierto, la diferencia es que cuando ellos lo quieren se enfocan en lograrlo y a la mujer por nuestra esencia nos cuesta más trabajo voltear a vernos a nosotras mismas, es más, a muchas les da miedo voltear a verse y cuando lo hacen tienen un enfoque en la escasez más que en la abundancia que nos fue dada.
Hace algunos años, hice un reto por WhatsApp para que las mujeres que estaban cerca de mi en el entorno se unieran a autoconocerse junto conmigo, y es día que tocaba reconocer la grandeza, la belleza y la divinidad de cada una, “Rosita” me dijo que ojalá ella pudiera verse así, que sonaba precioso mi cuento pero lo que ella veía era pecado, debilidad y mediocridad.
Me acerqué a ella y platicando resultó lo que temía, “Rosita” se veía desde la escasez de otros, incluso de su esposo y eso no le permitía autovarlorase, amarse y apreciarse a sí misma. ¡Eso es el amor propio pero dictado por otros!
El amor propio no se trata de alejarse de quienes tienen un corazón poco descubierto, no se trata de alejarse de quien no te respeta o de quien no te ama, porque quizá lo que pasa es que no puede hacerlo porque esa persona que te insulta o no respeta es que no lo hace a sí mismo.
El amor propio se trata de conocerse a sí misma, de reconocerse, de valorarse no entorno a los demás sino en si mismas.
¿Por qué el mismo hombre respeta a una mujer y le falta en respeto a otra?
La diferencia no está en el varón, sino en las dos mujeres, una se da a respetar y la otra permite los insultos.
Es más… ¿Porqué el varón que amaba a una mujer de pronto la ve como su enemiga y contrincante?
Pensar que porque la mujer sigue siendo la “buena” que cumple los acuerdos del matrimonio o victimizarse es el peor error ¡eh!
El amor propio dicen que es aceptarte quien eres con tus cualidades y debilidades pero esa es una perspectiva que sigue en la escasez, una perspectiva que no es a través de los ojos de Dios sino sigue manchada y sigue siendo con poca luz. ¿De verdad crees que Dios te hizo mal? ¡El solo hace maravillas! Pero eso no todos lo comprenden.
El amor propio es reconocer los dones que nos fueron dados y elegir mostrarlos, el amor propio es reconocerte digna de amor y capaz de darlo, pero eso a veces a algunas les da miedo.
Conocer que tienen múltiples cualidades les da pena e incluso a veces creen que se deben de esconder para no apagar la luz de otras, entonces te enrollas en un desamor que lastima no solo a ti sino a quien te rodea.
Una persona que no se sabe amar no puede decir que ama a otros. Quien se ama se respeta, conoce sus cualidades, sabe lo que es capaz de hacer, también sabe que fue creada con y por Amor Supremo de Dios, sabe que en ella todos los días suceden varios milagros ¿lo dudas? Solo nota lo que tu cuerpo necesita para que se dé un solo latido de corazón ¡Es una sincronicidad perfecta de muchos órganos! ¿No te parece un milagro eso?
Tener amor propio es saber elegir las acciones que te llevan a vivir lo que anhelas, pero también el amor propio es saber qué anhelas porque ahí muchas veces es donde está el faltante, a veces no saben ni lo que si quieren.
¿Tú si tienes definidos por lo menos 10 de tus anhelos en la vida?
¡Por ahí hay que comenzar! Muchas veces no es que tu esposo no te valore o no te vea, sino que ni siquiera tú misma te has visto y valorado desde hace tiempo.
¡Es tan seguido verlo en las esposas y madres! Suelen olvidarse de ellas mismas. ¿Te ha pasado a ti?
Amor propio no es alejarte de lo que no quieres, amor propio es vivir lo que si quieres sin exigirlo a los demás sino siendo tú misma la protagonista.
¿Cómo pedir que tu esposo te dedique tiempo si tú misma no lo haces a ti misma?
¡Ojo! Dedicarte tiempo no es ir al salón y arreglarte las uñas, o irte de compras. Darte tiempo a ti es conectar contigo misma, con tus anhelos, con tu corazón. ¡Nunca olvides vivir tus anhelos!
Es tomar tiempo para planear tus siguientes acciones y alinearlas a lo que si quieres.
Amor propio es elegir dar tu mejor versión incluso a quien no te da su mejor versión, y es darla porque tú sabes quien eres y que nadie te hace ser como tú no quieres.
Cuando la mujer logra ese amor propio es cuando se comprende lo que Jesús, el Maestro de maestros, nos vino a enseñar, la última parte de su mayor mandamiento, “a amar como a ti misma”.
Cuando comprendes que amarte a ti misma es también hacer todo para lograr aquello que tu corazón anhela como una relación de pareja en amor, como vivir en armonía en familia, como tomarte un tiempo para descansar sin sentirte culpable porque estés cansada, entonces si podemos decir que estás logrando ese amor propio que te llevará a vivir en plenitud y feliz.
¡Se puede! Solo hay que saber los pasos para lograrlo y el primero es decirte si a ti misma, es elegirte y elegir tus anhelos. No se trata de que le digas a los demás un no, sino que les mostrarás tu capacidad de amar y ese es el boomerang que vas a lanzar ¿Qué crees que te va a regresar? ¡Más amor, no lo dudes!
El siguiente paso es aprender a hacerlo realidad.
Yo ya vivo así, como Dios me creó y alineada a la abundancia, grandeza y divinidad que me da cada día para que viva y lleve a cabo mis propósitos, al final digamos muy humanamente que hasta a Dios le conviene que vivas así, porque se supone que bebiste a hacer una misión ¿o no?
Si tú quieres también puedes hacerlo, solo di si y en 10 semanas te enseño a hacerlo con el Sistema Girasol. ¡Escríbeme y ya dedícate a lograr lo que tanto anhelas!
Da el paso, aquí
De corazón a corazón,
Karla Maldonado C