Cuantas veces escucho que dicen que su pareja en una pesadilla, o esa expresión que me choca de "mi vieja se va a enojar", o que el matrimonio es un evento de 10 minutos bao el agua sin respirar. Realmente me incomodan esos dichos y comentarios, porque luego ahí andan creyéndose todo eso y surgen conflictos donde ni siquiera tiene que haber.
Hace poco llegó a mi consultorio una linda mujer, buscándole tres pies al gato diría mi abuela, quería que le ayudara a ver dónde estaba lo malo de su matrimonio porque le inquietaba que ella no tenía problemas y todas sus amigas si, y si le añadía los dichos de su abuela y su mamá, por cierto ambas dos solas, pues esta pobre mujer era eso... ¡Pobre! Quería a fuerza encontrar la escasez de su matrimonio. ¿Te ha pasado, que nada más buscas el error?
En una relación de pareja, es fácil perder de vista el valor que aportamos. Las exigencias del día a día, las expectativas sociales o los conflictos pueden hacernos dudar de nuestro propio valor. Sin embargo, es fundamental reconocer que somos un don para nuestra pareja y que esta consciencia es clave para nutrir una relación sana y amorosa.
¿Qué significa ser un don para nuestra pareja?
Ser un don implica que, simplemente por ser quienes somos, ya aportamos algo valioso a la relación. No se trata de lo que hacemos o logramos, sino de nuestra esencia, de cómo nuestras cualidades, virtudes y hasta nuestras imperfecciones enriquecen la vida del otro. Es entender que nuestra presencia, nuestra compañía, nuestras emociones, y el amor que brindamos son un regalo para la otra persona.
Cuando ambos miembros de la pareja se ven como un don, la relación se transforma en un espacio de gratitud, aceptación y mutuo aprecio. Se evita caer en la trampa de esperar perfección o de sentir que uno debe "ganarse" el amor o la aprobación. Cada uno se siente valorado por lo que es, no por lo que hace.
Date la oportunidad de escuchar el porqué y cómo darte cuenta de ese don que eres para tú pareja y que tu pareja lo es para ti, aquí te lo dejo:
La importancia de saberlo y aceptarlo
Fortalece la autoestima individual:
Reconocer que somos un don para nuestra pareja nos ayuda a valorarnos más a nosotras mismas. Este sentido de valor interno no solo beneficia la relación, sino también nuestra vida personal. Cuando una persona se siente segura de su propio valor, es menos probable que dependa de la aprobación constante del otro, lo que reduce la ansiedad y la inseguridad.
Mucho radica el el autoestima que tengas y aquí también tengo algo que decirte distinto a lo que los psicólogos te han contado.
2. Fomenta la gratitud mutua:
Cuando comprendemos que cada uno en la relación es un regalo para el otro, surge un profundo sentido de gratitud. Este agradecimiento mutuo fortalece el vínculo y permite que, incluso en los momentos difíciles, prevalezca el reconocimiento del amor y del compromiso compartido.
3. Desarrolla una visión más compasiva:
Ver a nuestra pareja como un don nos ayuda a desarrollar una perspectiva más compasiva y comprensiva en los conflictos. En lugar de centrarnos solo en los defectos o errores del otro, podemos enfocarnos en el valor intrínseco que esa persona trae a nuestra vida, lo que facilita la resolución de malentendidos y fomenta el respeto.
4. Crea un ambiente de apoyo:
Cuando sabemos que somos valiosos, y lo comunicamos abiertamente, creamos un ambiente de seguridad y apoyo. Esta certeza refuerza la idea de que ambos están ahí para crecer juntos, lo que fomenta la confianza, el diálogo abierto y el desarrollo emocional mutuo.
¿Cómo podemos reconocer que somos un don?
Reflexionar sobre nuestras cualidades: A veces, olvidamos nuestras virtudes o minimizamos nuestras cualidades. Es esencial tomarnos un momento para reflexionar sobre lo que aportamos a la relación. ¿Qué características hacen que nuestra pareja se sienta amada? ¿Qué aspectos de nuestra personalidad iluminan su día a día?
Aceptar nuestras imperfecciones: Ser un don no significa ser perfectos. Todos cometemos errores, pero nuestra imperfección también puede ser una fuente de aprendizaje y crecimiento. Aceptar nuestras fallas con humildad y aprender de ellas puede ser una poderosa forma de mejorar nuestra relación.
Reconocer el impacto que tenemos en la vida de nuestra pareja: Preguntémonos cómo nuestra presencia y apoyo han influido positivamente en la vida de nuestra pareja. A veces, estamos tan inmersos en nuestras propias luchas que olvidamos el impacto que tenemos en los demás.
Agradecer a nuestra pareja por lo que nos aporta: Cuando nos detenemos a apreciar lo que el otro nos da, nos conectamos más profundamente con el amor que sentimos. Esta reciprocidad nos hace conscientes de nuestro propio valor y del de nuestra pareja.
Comunicar nuestro valor en la relación
Es vital comunicar y recordarnos mutuamente que somos un don para la relación. Esto no solo implica expresar verbalmente lo que apreciamos del otro, sino también demostrarlo a través de gestos y acciones cotidianas. La gratitud y el reconocimiento mutuos son el cimiento de una relación sólida y duradera.
Cuando nos vemos como un don, y sabemos que nuestra pareja también lo es, la relación se llena de gratitud, apoyo y amor incondicional. ¡Recuerda que, por ser quien eres, ya traes algo único e irreemplazable a la vida de tu ser amado!
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Entender que somos un don para nuestra pareja transforma la forma en que nos relacionamos con el otro. Esta consciencia no solo fortalece la autoestima, sino que también crea un espacio de amor, respeto y crecimiento mutuo. Al abrazar esta verdad, abrimos la puerta a una relación más profunda, significativa y llena de gratitud. Porque en el amor verdadero, ambos son un regalo que vale la pena celebrar cada día.
De corazón a corazón,